Modulo 4: Más allá de la ficción.

 Buenos días a todos! 


Hoy os vengo a compartir una historia que os parecerá surrealista en pleno Siglo XXI, pero pasó de verdad y me tocó de cerca:


LA FAMILIA NÓMADA

    Pedro era mi mejor amigo de la infancia, crecimos juntos, fuimos al mismo colegio, y jugábamos todas las tardes en el mismo parque. Era el mayor de tres hermanos y vivía con sus padres. Su madre, María, era limpiadora, una mujer humilde que siempre estaba pendiente del cuidado de sus hijos. Su padre, Pedro también, parecía un hombre normal, trabajador. 

    Conforme fui creciendo me di cuenta de que todo no era tan normal como decían cuando éramos pequeños. María venía a recoger a sus hijos del colegio, y siempre estaba muy nerviosa, miraba para todos lados, y si aparecía su marido le cambiaba la cara y no gesticulaba palabra alguna. 

    Un día, María llegó a las 2 p.m a recoger a Pedro, Lucía y Juan del colegio, cuando apareció su marido enfurecido. Las madres de mis amigos, incluida la mía, se pusieron delante de ella para protegerla de él. Quien venia muy alterado, bebido e incluso había consumido drogas. Y decía que se tenía que ir con el a su casa, pero la dejaron irse y llamaron a la policía.

A partir de ese momento, saltaron todas las alarmas, y nos fuimos dando cuenta de que Pedro maltrataba a María ya que ella siempre llevaba marcas en los brazos, venia con gafas de sol y tapada. María poco a poco se fue abriendo con sus amigas, y fue contándole las cosas que Pedro la hacía. Una de ellas fue que Pedro mató al gato que tenían y le dijo que si se le ocurría abandonarlo le haría lo mismo a sus hijos. Ese hecho fue el que hizo que María cogiera fuerzas para denunciar este caso de violencia de género. Ella alegaba que Pedro siempre le decía que ella era menos que el por el hecho de ser mujer, que no valía para nada, y que donde iba a ir ella sola con sus hijos. Afortunadamente, la policía lo metió a la cárcel, y a ellos los llevó a una Residencia, lejos de todos, de su familia, amigos... Nadie sabíamos donde estaban.

    Con el paso de los años, gracias a las redes sociales, pude encontrarlos y volver a entablar relación con ellos. Y por casualidades del destino, mi primer puesto como funcionaria fue en Barcelona, dónde mi amigo Pedro reside actualmente con su novio. 18 años después de separarnos nos pudimos volver a ver y rememorar todo lo que habíamos vivido juntos. Me contó que su padre se reía de él cuando era pequeño porque decía que como podía jugar con niñas, y como no le gustaba el fútbol, que era un "maricón" y que todo el mundo se iba a reír de el, que ojalá no hubiera nacido. También me contó que María estuvo mucho tiempo bajo atención psicológica, debido a que el trato machista que vivió durante mucho tiempo la hizo pensar que era menos que los demás y que no encajaba en ningún sitio. Pero a día de hoy, ha podido rehacer su vida y vivir como se merece. 

Sus hermanos también son felices con su vida actual, ambos han estudiado una carrera y están desempeñando un trabajo que les gusta. Y Pedro, bueno, ahora no se llama así, se cambió el nombre para que no fuera como el de su padre, ahora es David. También ha rehecho su vida, está con un chico, ha estudiado integración social, y se ha especializado en violencia de género. Para así poder ayudar a todas las mujeres que están pasando por una situación parecida a la de su madre. Está muy volcado con el colectivo LGTB, tanto que da charlas para contar la historia de maltrato que sufrió de su propio padre por ser diferente. 

FIN


    Espero que la historia que he contado sirva para poder ver los ejemplos de machismo y de homofobia que siguen existiendo a día de hoy en nuestra sociedad. 


    Un saludo para todos. 😊






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